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A través de una corriente fluyen cuerpos, alimento, información, materia y energía, gracias a impulsos que logran el movimiento de un lugar a otro. Estos impulsos nos intrigan: ¿Qué hace que algo se mueva de un punto al siguiente, y que además se transforme en ese proceso?

Auditum 2022 – Caudal está pensado desde la concepción del sonido como proceso. Partimos de las nociones de movimiento y acción simbiótica para proponer un festival en el que los formatos –como residencias, conciertos y acciones sonoras en espacios no convencionales– se conectan entre sí, dependen unos de otros y proponen conversaciones con los seres que nos rodean, para permitirnos formas de escucha e interacción que alguna vez existieron, pero que hemos olvidado. 

Nos interesan las relaciones entre rutas y superficies para el movimiento –cauces–, sus ritmos y velocidades –corrientes– y los procesos y mediaciones –caudales– entre las fuerzas que impulsan la materia y las entidades a las que trasladan y afectan continuamente. Buscamos entender las maneras en que la energía, los cuerpos y los datos se encauzan a través de infraestructuras para el movimiento, que en el océano son grandes autopistas intangibles y en tierra firme son tejidos vastos e interdependientes, construidos por hongos y compartidos con parásitos y otros microorganismos.

En su relación con los humanos, las corrientes han sido rehenes de procesos de expulsión basados en relaciones comerciales extractivistas o migraciones no consentidas, como las rutas comerciales entre occidente y oriente, entre países desarrollados y territorios explotados, o la trata esclavista que sentó las bases del sistema capitalista actual. Son también plataformas para las comunicaciones, como el internet, cuya infraestructura submarina es reflejo también de rutas comerciales vigentes por siglos, las ondas electromagnéticas guiadas por una red de cableado que mueve las telecomunicaciones a nivel global, o el espectro radioeléctrico que encauza la transmisión radiofónica en el aire.

Apelamos a la memoria geológica y genética anclada a las partículas que hoy nos conforman, pero que en eras pasadas fueron entidades otras. Esta ida y vuelta al presente se mueve entre la pregunta por las interacciones de las partículas fundamentales que se recombinan a lo largo del tiempo para constituir todo tipo de seres, y la reflexión en torno a las maneras en que estos caudales de materia nos atraviesan y son al mismo tiempo transformados por la acción humana, en un intento por reafirmar que hacemos parte de un continuum que no nos excluye sino que nos afecta y es afectado por todos los seres que hacemos parte de él.

¿De qué maneras podemos dejar de pensar sobre el agua, sobre la tierra, sobre nuestras relaciones con otrxs, para empezar a pensar y a actuar con ellas, junto a ellas? Tal vez la comprensión de estas formas de ser y de estar, que no están atadas a un único cuerpo-objeto sino distribuidas entre muchos seres interconectados, nos trace un camino para cultivar relaciones que tengan sentido en el presente planetario. 

La quietud, como el silencio, es un concepto abstracto que no existe materialmente. Nada está quieto nunca.